En este mundo de constante cambio muchas veces no valoramos lo mas importante en nuestro matrimonio. Nos referimos a tu pareja, no a tus hijos, no a tus padres, no a tus tíos. La familia es muy importante también, pero usted no escucha decir, mi ex-hijo, o mis ex-padres. Pero si se escucha muy a menudo, mi ex-esposa(o). El amor de pareja hay que cultivarlo, cuidarlo, darle la importancia y el lugar que se merece en nuestra vida. Muchas veces nos enfocamos demasiado en nuestros hijos, o no cortamos el cordón con nuestros padres, y a consecuencia nuestra relación sufre y muchas veces termina en divorcio.
El amor de pareja hay que cultivarlo, cuidarlo, darle la importancia y el lugar que se merece en nuestra vida.
Cuida tu hogar y crea un ambiente de paz. El hogar es el lugar donde nos sentimos más cómodos, amados y protegidos. Cuando tienes una relación íntima con Dios, es fácil poner como prioridad cuidar de tu hogar, respetar a tu pareja, y darle amor a tus hijos. No hables mal ni de tu pareja, ni de tus hijos con otras personas. Trátalos con amor, cariño, y respeto. Vengan juntos a la iglesia y cultiven su relación con Dios y verás que junto a tu pareja podrán crear un hogar donde todos sus miembros se sientan seguros y confiados.
Busca hoy a tu esposo, a tu esposa y dile lo importante que es para ti. Si llevas mucho tiempo sin decirle que lo amas, hazlo hoy. ¡Decide cambiar! ¡Es tu decisión!
Ana Agila